iritzia

 

África empieza en los Pirineos

 

 

Recuerdo que por motivos exclusivamente científicos, al consultar la prensa de Bilbao del año 1979, estos medios sostenían que tras el periodo franquista, el País Vasco se encontraba en todas sus facetas a niveles africanos y sustentaban que España era un país eminentemente tercermundista. Hoy estamos en el año 2012 y en avances sociales, a pesar de que nos dicen lo contrario, no hemos avanzado nada sino para empeorar. Cuando digo sociedad no estoy expresando nada que algunos(as) pretenden sustentar como si fuese un ente abstracto, sino que me estoy refiriendo a cada uno(a) de ustedes, que viven en Bilbao, que viven en cualquier localidad de Bizkaia, que viven en cualquier población dentro del territorio de la Comunidad Autónoma del País Vasco.

 

Son estos años que estamos viviendo, de una tremenda decrepitud, porque comprobamos que muchos esfuerzos (igual no han sido tantos como creíamos ni han sido lo suficientes) han sido baldíos, y es que avanzado el siglo XXI, comprobamos, en nuestro día a día, que estamos ante una sociedad que sigue siendo ultra machista, en definitiva, una sociedad que fomenta el desprecio hacia la mujer, porque no le permite tomar el lugar que le corresponde en la sociedad. Un dato, si más del 60-70% de quienes acaban la universidad son mujeres y con notas más brillantes que los hombres, porque no se ve reflejado ese hecho en sus correspondientes puestos de trabajo? Pero también son noticia por una faceta deleznable y siniestra propia de una sociedad machista, porque, cuando es el día que no son portada de la prensa en que han sido objeto de ataques violentos por sus propias parejas (cada día son más los casos de lo que denominan violencia de género cuando no acaban siendo asesinadas), son violadas (llegan las fiestas y los casos de violaciones se incrementan extraordinariamente), golpeadas, menospreciadas en su trabajo, no se les reconoce sus méritos, cobran hasta un 30% menos que los hombres en el mismo puesto, ni llegan masivamente a puestos de dirección a pesar de sus sobresalientes curriculums…

 

Quiero recordar, como otro testimonio más, que solo se denuncian una mínima parte de las violaciones y de ataques físicos violentos, porque la mayoría, por miedo a su propia familia, parejas, entorno, al qué dirán y a que esta sociedad, a quien es violada y lo denuncia, luego la señalan por la calle, se hace burla, se le desprecia, o se la insulta, llamándola puta, o se da pábulo a quienes defienden la violación al sostener que la mujer con su forma de vestir se lo ha buscado. Estos son algunos de los valores que se fomentan, en esta despreciable sociedad en la que vivimos.

 

Esta mierda de sociedad nuestra, es una sociedad ultra xenófoba, solo hay que oír los comentarios a nivel de la calle, en donde la culpa de todo la tiene el (la) inmigrante pobre, de color, que huye de la miseria de su país, para su desgracia, llegar a un país de miserables, en donde se les(as) maltrata tanto. Se les(as) pone todo tipo de trabas no solo oficiales sino sociales, se les(as) excluye de sus derechos, surgen las fobias, se les(as) discrimina para poder acceder a locales públicos (en muchos de los bares de Bilbao de copas tienen prohibida la entrada) para acceder a la vida laboral, a la educación e incluso a la mal llamada sanidad universal y a los servicios sociales. Pero lo más vergonzoso es que este tipo de conductas están totalmente aceptadas por la mayoría de esta sociedad, una sociedad que fomenta el odio y la discriminación hacia el (la) que es diferente.

 

Esta es una sociedad ultra homófoba, en donde al que es homosexual, no solo se le(la) insulta, se le(a) desprecia, se le(a) excluye, sino que todavía se le(a) golpea, se apalea a la gente (como el año pasado en fiestas de Bilbao a dos parejas de gays por ir de la mano o darse un beso en la calle y a una lesbiana por el hecho de serlo, fueron brutalmente atacados(as) y la gente cuando sucede algo así mira hacia otro lado), hoy es el día en que aún se les(as) aparta y se les(as) trata como si tuvieran una enfermedad, cuando los(as) únicos(as) enfermos(as) mentales son los(as) homófobos(as), es decir, el 90% de esta sociedad, por decir algo, porque los datos de las instituciones oficiales sobre la homofobia están falseados, no son reales. A quien se le ocurre dar verosimilitud a las encuestas de la calle cuando la gente miente sobre su voto en las elecciones, no van a mentir cuando se les cuestiona  sobre su escasa catadura moral.

 

Es por ello que ante este panorama, -solo me he limitado a rozar la superficie porque si ahondaría más, la palabra miserables al referirme a la mayoría de los hombres y mujeres de esta sociedad se quedaría muy corta-, me niego a que haya quienes pretendan exportar como un modelo de ciudad a Bilbao o pongan a todo el País Vasco como ejemplo de no sé qué, porque parece ser que no entienden que una sociedad como la nuestra que tiene sus raíces totalmente putrefactas no puede sustentar nada ni puede ser exportada como ejemplo de nada.

 

Me hace gracia que una sociedad que su mayor valor de venta de cara al mundo en el caso de Bilbao (los ejemplos son múltiples y variados), sea el Guggenheim, cuando ni el 0,5% de los bilbaínos ni vascos han ido ni a ese ni al de Bellas Artes ni a otros museos (la mayor parte de los visitantes son extranjeros), y es que para ver una obra de arte, hay que tratar de comprender o de sentir, pero cuando la capacidad de comprensión o de sentir es como la de un tiburón, es decir no mayor que un güito de albérchigo, tal vez quiera decir algo sobre la mayoría de esta sociedad.

 

Eso si, por el contrario se fomenta el aúpa Athletic, la capacidad de, somos la ostia, pero somos la ostia en ser una sociedad de borregos, porque una sociedad que cierra los ojos a los gravísimos problemas reales que padecemos, con el futbol, es una sociedad de zoquetes.

 

Sí le darían como sociedad un premio o la valorarían por algo, sería por alcahuetes (en esto si que hay equidad, tanto en hombres como en mujeres), en eso si doy fe que somos la leche y me remito a un dato, según una opinión unánime, el programa más despreciable de la historia de la TV era “Aquí hay tomate”, es curioso que, según datos de audiencias del momento, se veía cinco veces más que en cualquier otra comunidad autónoma, eso también querrá decir algo sobre esta sociedad, y sus televidentes eran tanto hombres como mujeres, nacionalistas como no nacionalistas, de izquierdas y de derechas, en fin, una puta vergüenza.

 

Pero lo más terrible de todo esto, es que cumplimos con el dicho de padres/madres gatos(as), hijos(as) michinos(as), lo cual lo dice todo de esta sociedad, porque si los progenitores sostienen esos mismos valores de machismo, xenofobia, homofobia,…los hijos e hijas actuaran de igual forma o peor. La reflexión que lanzo, es, qué se puede hacer para combatir a esta gentuza y es terrible porque me estoy refiriendo a la mayoría de esta sociedad. Visto lo visto, desde la distancia, y si hablaríamos de otro país o de otra sociedad, no diríamos que se trata de personas cuando menos despreciables, a las que hay que hacer frente, porque no serán fascistas de ideología pero son fascistas en su actitud y en su día a día.

 

Y esto se parece mucho al famoso mito del eterno retorno, algo que no tiene fin pero que en este caso, sin embargo va a peor, sin remedio. No soy pesimista sino que evidencio una realidad que está ahí pero que se trata de ocultar por los propios mencionados(as) no vayan a catalogarles(as) de algo que ven que son pero no les gusta que les digan lo que son (machistas, xenófobos(as), homófobos(as)…) ni que les(as) señalen como tales. Tal vez haya llegado el momento de hacerlo.

 

 

Luis Bilbao Larrondo (Historiador)

 

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