Parece que no es tan cierto que El ayuntamiento de Bilbao no tenga deudas y sus cuentas esten a 0.
PUBLICADO en DEIA
consejo de administración clave
Bilbao Ría 2000 plantea su disolución
Vista desde el puente de Euskalduna de la zona de Abandoibarra, la actuación que supuso la creación de Bilbao Ría 2000. (Z. Alkorta)
El consejo de administración encarga un plan para “cerrar ordenadamente” la sociedad vasco estatal
Bilbao. El órgano directivo de Bilbao Ría 2000 ha encargado al director gerente de la entidad, Ángel Nieva, la redacción de un plan para el cierre y la disolución de este organismo que durante los últimos 20 años ha pilotado la transformación urbanística de Bilbao y Barakaldo. La noticia saltaba poco después de terminar el consejo de administración de la sociedad vasco estatal ayer al mediodía.
Según ha podido saber DEIA de fuentes de toda solvencia, la decisión de acabar con la entidad se debe a que consideran que ya se ha cubierto el objetivo para el que se creó Ría 2000, la rehabilitación del Bilbao metropolitano, y debido también a las dificultades económicas que viene padeciendo la sociedad desde hace cuatro años.
La crisis económica se ha cebado especialmente con el sector de la construcción y ha supuesto que la sociedad se haya quedado sin su principal fuente de financiación. La provisión de dinero que históricamente ha tenido la entidad se basaba en las plusvalías que obtenía después de vender las parcelas cedidas previamente por las instituciones que componen el accionariado de la sociedad. Unos solares que cambiaban de uso urbanístico, por lo general de industrial a residencial, con la aquiescencia del Ayuntamiento de Bilbao.
operaciones urbanísticas Con ese dinero, Ría 2000 ha podido acometer operaciones urbanísticas tan importantes como la creación de las zonas de Abandoibarra y Ame-tzola, el soterramiento de las vías de la avenida del Ferrocarril y de Feve a su paso por Basurto o la operación Urban-Galindo en Barakaldo, la cual ha permitido al municipio mirar a la ría. Intervenciones que han supuesto la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y contar con una urbe moderna y digna de elogio, según han recogido las centenares de visitas de arquitectos y urbanistas que se han acercado a las oficinas de Ría 2000.
Sin embargo, desde hace cuatro ya no se venden solares. De hecho, las dos parcelas cuya venta se aprobó ayer están en el mercado desde hace casi un lustro, y todas las que tiene el cartel de se vende en Barakaldo, un total de 10, y la parcela de Labein en Olabeaga, siguen sin postor. Esta falta de efectivo supuso que se acudiera a los bancos para obtener dinero y seguir con las obras públicas. Las entidades financieras pidieron demasiado interés para los préstamos habituales que manejaba la sociedad, por lo que acudió a la figura de una póliza de crédito, una fórmula que le permitió contar con dinero fresco gracias al aval de las instituciones públicas que conforman su consejo de administración. En total, se solicitaron 180 millones de crédito que se han ido utilizando para cerrar los últimos proyectos e iniciar las dos actuaciones que ahora tienen en marcha. Por un lado, la urbanización de la zona pública de la parcela de Garellano; y por otra, la segunda fase del soterramiento del trazado de Feve por Irala. Este último es un proyecto que ejecuta Ría 2000, a pesar de que la gran parte de su financiación proviene de un convenio entre el Ministerio de Fomento, la Diputación y el Ayuntamiento de Bilbao.
Los proponentes de la iniciativa de disolución consideran que con estas dos iniciativas ya se ha cubierto el objetivo con el que nació el ente y que, según reza en su página web, es «dirigir la recuperación de los antiguos espacios industriales de la metrópoli». La deuda financiera que mantiene la sociedad vasco estatal a través de la mencionada póliza de crédito será uno de los temas clave que tendrá que evaluar y tratar el informe encargado ayer a la gerencia, el cual tiene que estar concluido para el próximo mes de abril.
No quedará más remedio que las instituciones que han dirigido las riendas de las sociedad y han avalado la póliza se hagan cargo de la deuda financiera activa si se quiere efectuar la disolución de Bilbao Ría 2000 de forma ordenada.
Ente vasco estatal Esta sociedad anónima con dinero público cuenta en su accionariado con un 50% de capital vasco a través del Gobierno vasco, la Diputación de Bizkaia (15%) y los ayuntamientos de Bilbao (15%) y Barakaldo (5%). La mitad restante de las acciones están en manos del Ministerio de Fomento, a través de su sociedad de Sepes (25%), la Autoridad Portuaria de Bilbao (10%) y Adif, que al 10% que tenía antes ahora ha sumado el 5% de la extinta compañía ferroviaria Feve.
Según ha podido saber este periódico, si se venden todos los activos que la sociedad tiene a su nombre aún restarán por abonar a las entidades financieras 160 millones de euros, los cuales tendrán que ser aportados por las instituciones socias en función de su participación accionarial.
El otro apartado delicado que tendrá que resolver el proceso de liquidación de la sociedad es la plantilla. En la actualidad, Bilbao Ría 2000 cuenta con 24 personas que trabajan en sus oficinas centrales ubicadas en la calle José María Olabarri, a las que se tendrá que dar una salida oportuna.
También, la sociedad tendrá que determinar en quién delega la finalización de la urbanización de Garellano, una intervención que tiene por delante tres años de horizonte como mínimo; así como la venta de las dos parcelas que restan en este solar destinadas a dos rascacielos de viviendas de venta libre. Lo mismo ocurrirá con el soterramiento del trazado ferroviario a su paso por Irala, una actuación que podría asumir Adif, como ente del Estado encargado de las infraestructuras ferroviarias o la intervención urbanistica prevista para el centro de Basauri.