De los espacios de oportunidad a las oportunidades en nuestros barrios.

Estamos reorganizando la casa. La casa, el jardín y todo lo que va más allá, ya que en los siguientes años daremos luz verde a los instrumentos de planeamiento territorial que deciden cómo queremos vivir. Instrumentos como el Plan General de Bilbao, el Plan para el Bilbao Metropolitano y las Directrices de Ordenación del Territorio de la CAV que, curiosamente, los vamos a hacer seguramente en este orden, empezando por Bilbao y acabando por el territorio de la CAV, pese a que toda lógica nos dicte lo contrario.

 

En el caso concreto de Bilbao, estamos en la fase del avance del Plan General. Fase en la que se abre a la ciudadanía la opción de «participar», no con demasiado éxito por cierto. Y es que tras tantos años de autismo institucional estamos dando el bandazo hacia el agotamiento por pseudo-participación.

 

Una pseudo-participación que se limita al «¿de qué color queréis las farolas?» El problema es que el color y las farolas son lo de menos. «The economy, stupid!» que le espetaría Clinton a Bush. Hablamos de qué modelo urbano, económico, social y cultural queremos para nuestra Villa. Ni más ni menos.

 

En estas dos décadas que lleva vigente el Plan (desde 1995), no sólo se ha acometido un embellecimiento del centro de la ciudad. La cirugía estética de ciertas partes urbanas ha sido clara (¡qué bonito han puesto Bilbao!) y sin embargo tras la estética también hay toda una apuesta económico, social y de percepción de la realidad.

 

En lo económico, pasamos de un modelo industrial a una apuesta por el sector servicios y el turismo, donde hemos puesto todos los huevos de nuestra cesta. Las consecuencias ya están aflorando en cada lucha de las personas trabajadoras precarizadas en el Guggenheim, Bellas Artes, las franquicias hosteleras, residencias y las miles de jóvenes (y no tan jóvenes) con contratos parciales en nuestra ciudad. Como siempre, se les ha ido la mano y es la hora de volver a equilibrar nuestro tejido productivo para asegurar un futuro a las siguientes generaciones.

 

Nadie nos ha regalado nada. Sólo el esfuerzo de nuestros bolsillos ha posibilitado esas operaciones urbanísticas que, en ocasiones, han tenido como consecuencia el patente desequilibrio de inversiones que hemos hecho en el eje de la ría. Ahora es el momento de equilibrar la ciudad y mirar a los barrios.

 

Los paseos por Abandoibarra son agradables, pero la calidad de vida se basa en servicios básicos de cercanía, accesibilidad, viviendas dignas, comercio local de calidad, puesto de trabajo cerca del lugar de residencia o equipamientos públicos de calidad. En definitiva, en tener barrios vivos.

 

El desarrollo urbano en estos 20 años ha sido considerable con obras muy necesarias y también con un derroche en macro-operaciones que no lo eran tanto. Grandes retos cumplidos pero también muchas promesas para con los barrios que no se han materializado. La desigualdad social y urbanística se está agudizando en nuestra ciudad y en este nuevo Plan tenemos la obligación de equilibrar el reparto de la riqueza y de la calidad de los espacios que habitamos todas y todos, haciéndolo con mimo y detalle

 

Es un reto, no sólo para la izquierda soberanista bilbaína sino también para los movimientos sociales y populares, poner a Bilbao en el lugar que le corresponde en Euskal Herria y el mundo. Un objetivo que debe basarse en el equilibrio y el dialogo con el resto del territorio que nos rodea, sin polarizar y vaciar barrios y pueblos para llenar otros.

 

Nuestro reto: (re)pensar la ciudad poniendo en el centro a las personas y la vida, haciéndolo desde una visión de género, cultural y de respeto a nuestro entorno. Nuestra apuesta: diseñar Bilbao desde el prisma de las personas que la ciudad está excluyendo actualmente, las más desfavorecidas, que son la gran mayoría.

 

Karlos Renedo y Aitziber Ibaibarriaga Arquitectos. Fuente Gara.

 

 

Reunión entorno al PGOU

La Asociación de Familias de Otxarkoaga convoca a una Asamblea para tratar el tema del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que se está discutiendo actualmente en Bilbao.

Mediante un comunicado hecho público hoy, insisten sobre la importancia de este Plan. Ya que en él, se recogen todos los usos, destinos del suelo y construcciones a realizar en el municipio.

Resaltan que los PGOU tienen una vigencia de varias décadas, ( el último fue aprobado en 1995 ).

Por ello, afirman que es de vital importancia para el futuro de nuestro barrio la participación de sus vecinos . Por un lado, para valorar las propuestas del Ayuntamiento y por otro para aportar propuestas.

La Asamblea será el miércoles 18 a las 19h en el Centro Cívico de Otxarkoaga.

El documento Resumen se puede obtener en la web:

http://www.bilbao.eus/aurrerago/pdfs/resumen_propuestas.pdf

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Repensar Otxarkoaga: juguemos con ambición (1/2)

No hay voluntad para mirar más allá del barrio obrero que se construyó a principios de los 60

Entramos en la fase de avance para la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de nuestra Villa. Se trata de revisar el plan que se hizo allá por el año 1995, sí, han pasado más de 20 años desde que se pensó que modelo de desarrollo urbanístico, social y económico que se quería para Bilbao.fb_img_14808789413788175

Es innegable que de ese Plan salió una nueva forma de entender la ciudad, pasar de una ciudad industrial a una ciudad de servicios era una apuesta clara, y poner a Bilbao mirando hacia el eje de la ría la gran apuesta, entre otras muchas cosas.

El sentido común bilbainista dice que “Bilbao está muy bonito”, ha cambiado mucho a nivel estético, es cierto, la ciudad está “embellecida”. Para valorar la repercusión social, cultural y económica harían falta muchos artículos… pero no es la intención de este.

Las que miramos Bilbao desde las faldas del monte Avril, cuanto menos, nos damos cuenta que nuestra ciudad ha ido a dos velocidades, el centro y el eje de la ría ha cambiado mucho, pero nuestro barrio se ha quedado a la cola y sin ticket. Es cierto, se han hecho muchas mejoras, no sin esfuerzo de la lucha vecinal, y todavía mantenemos la esperanza de que el cambio urbanístico que azotó Bilbao, sople un poco más a nuestro barrio.

Durante 20 años todas las bilbaínas hemos hecho posible que este cambio del centro fuera posible. Evidentemente si miramos la inversión de nuestros impuestos por zonas de la Villa, el desequilibrio es impresionante y en consecuencia, la relación de servicios, transporte y equipamientos está muy descompensada en nuestra ciudad. Hemos sido generosas, esperando con paciencia a que se realizasen las grandes obras Bilbaínas. Pasamos de tener Abando-Ibarra lleno de contenedores industriales a llenarlo de contenedores “culturales” y “comerciales” con obras faraónicas, el BEC, San Mamés barria, la llegada del TAV, la Supersur, el tranvía… no nos tocaban de cerca ni de lejos, pero nunca hemos perdido la esperanza de que algún día llegaría la hora de los barrios, nuestra hora.fb_img_14808789490841130

Pues bien, a mi entender este debería ser el objetivo del nuevo Plan, equilibrar nuestra ciudad y dar la oportunidad a los barrios de tener vida, vida económica, social, cultural, servicios básicos, accesibilidad… en definitiva poder aspirar a tener barrios que merezcan la pena ser vividos.

Pero basta comenzar a analizar el Plan, para entender que no va por aquí la cosa, es la hora de nuevo de volver a pensar en el Bilbao de las turistas, de la torre Iberdrola, el BBVA, el primark y nuestro Manhatan particular en forma de isla de Zorrozaurre. Para nuestro barrio no hay ambición.

No hay voluntad para mirar más allá del barrio obrero que se construyó a principios de los 60.

Otxarkoaga se ubica en la falda sur de monte Avril, bien orientado y soleado, en breves tendrá una buena conexión con el centro mediante el metro. Una población de más de 10.000 habitantes permite, por ratio, mantener todos los servicios básicos. Según estudios los bloques de 6 alturas son los que más fomentan una buena vida social en sus calles y plazas. La accesibilidad y las construcciones no son buenas y las tipologías de vivienda eran pequeñas para las familias de amplia prole, pero sin embargo pueden responder perfectamente a una demanda incipiente de personas que quieren vivir solas o familias de 2 o 3 miembros. La buena conexión y precios de alquileres asequibles pueden interesar a sectores como los estudiantes o nuevos tipos de negocios, además mantener todavía un gran número de vivienda y lonjas públicas posibilita que mediante políticas concretas la administración pueda re-dirigir y desiquilibrar el tipo de residentes o de comercio que quiere implantar, incidiendo de forma positiva en el barrio.

Hoy más que nunca hace falta ambición, poner la mitad de ganas que se pusieron a la hora de repensar otras zonas de la villa. Es hora de dibujar una estrategia de largo alcance, hacer políticas públicas ambiciosas e invertir económicamente en consecuencia. El nuevo Plan General debiera de servir para sin olvidarnos de para qué nació Otxarkoaga pensar sin límites en lo que queremos ser.

 

Carlos Renedo Lara

Arquitecto y Urbanista