De vuelta a la infancia por los belenes

Los tres están de acuerdo en que “los belenes nos devuelven a la niñez”. Ellos son Jesús Uresandi, presidente de la Asociación Belenista de Bizkaia; Mari Sol Ares, vicepresidenta de la Asociación Belenista San Justo y Pastor; y Juan Manuel González Cembellín, director del Museo de Arte Sacro. Los tres llevan trabajando desde hace meses para que las exposiciones de belenes que ahora presentan sus respectivas asociaciones y el museo diocesano en diferentes ubicaciones de Bilbao sean un polo de atracción para los niños, “pero también para los mayores porque disfrutan tanto como ellos ya que les recuerda a la infancia”, dicen. En total son nueve muestras que reflejan un arte que va más allá de la fe de cada persona y de las creencias religiosas. “Es una tradición bonita”, afirma Juan Manuel González Cembellín, “que merece la pena mantener y que a los críos les gusta mucho”. En el museo que él dirige, el de Arte Sacro, que se encuentra en la Plaza de la Encarnación (Atxuri), tiene lugar una exposición curiosa. Se denomina Belenes del mundo, y así la define él: “Nosotros queremos reflejar la diversidad con la que se festeja la Navidad en distintos sitios del mundo”. Eso significa que en el precioso claustro del museo hay belenes de 40 países de varios continentes. Una lista muy variada en cuanto a su procedencia, lo que hace más enriquecedora la muestra. Esa “variedad de orígenes” hace que los personajes que forman parte de las representaciones lo hagan con ropas habituales de cada país, lo cual las convierte en “muy divertidas”, señala Juan Manuel. Y ya advierte el director del museo a los posibles visitantes que “no es el belén clásico que se puede ver habitualmente”. Eso que le hace diferente le añade un plus a esta iniciativa que ya cumple su decimosegunda edición. “El público responde muy bien”, dice. Aún así anima a todo el mundo que nunca ha ido a visitar la muestra “porque además de ver los belenes, es una oportunidad para conocer nuestro museo”. Y recuerda que “los niños aquí disfrutan como enanos con los belenes, y nunca mejor dicho, porque son pequeños”. Como actividades complementarias de la exposición, el Museo de Arte de Sacro también organiza unos talleres navideños dirigidos a los niños y La dulce Navidad del Convento, un pequeño mercadillo con productos típicos de estas fechas elaborados por las monjas de 17 conventos.

MUSEO DE PASOS A unas cuantas calles de distancia la Plaza de la Encarnación se encuentra el Museo de Pasos, donde la Asociación Belenista de Bizkaia presenta 13 belenes “con un amplio abanico de dimensiones y temática”. “Lo importante para nosotros”, comenta Jesús Uresandi, su presidente, “es que es la exposición social de la asociación, donde todos los que empiezan en la asociación tienen la oportunidad de exponer”. Y para que luzca bonito, llevan desde el pasado mes de marzo trabajando. El mismo esfuerzo han puesto en la preparación del belén que está expuesto en el Museo Vasco. “Es un belén que se ha hecho ex profeso para el museo”, señala Jesús, “donde se han reproducido tres caseríos con una fuente y que creo que ha quedado una cosa muy aceptable”. Él cree que este belén va a tener continuidad y crecerá en cuanto a volumen los próximos años tras la remodelación a la que va a ser sometido el museo. La asociación que él preside también ha montado un gran belén en el mercado de La Ribera. “Es el más grande de Bizkiaia”, señala orgulloso. En este belén se ha recreado un mercado al aire libre en la plaza del pueblo. Pero ahí no queda todo. Este año han montado otra exposición en el Museo Marítimo. “Hay siete belenes de ambiente marinero”, dice Jesús, “y hay uno de ellos bastante grande relacionado con la ría de Bilbao”. Esta es precisamente, la voluminosidad de los belenes, la principal característica de los que se construyen en Bilbao”. “Los catalanes hacen cosas muy bonitas”, dice, “pero hacen dioramas en cajones pequeños, en cambio nosotros hacemos belenes grandes”. A Jesús Uresandi lo único que le preocupa es que “no hay relevo generacional en la asociación”.

SAN NICOLÁS Para grandes los belenes que se muestran en la catedral de Santiago y en el pórtico de la iglesia de San Nicolás, exposiciones organizadas por la Asociación Belenista San Justo y Pastor. Su vicepresidenta Mari Sol Ares, destaca que la exposición de San Nicolás tiene un belén vasco audiovisual. “Es como si te pusieran en una casa rural, te asomaras por la ventana y vieras el Gorbea con sus vacas y sus ovejitas”, señala Mari Sol. Lo cuenta emocionada porque es ella quien está durante todas las navidades en esta exposición. Mari Sol disfruta mucho, “sobre todo cuando veo a la gente salir de la exposición con una sonrisa, para mí es el mejor pago que se puede hacer porque ves que ese trabajo que han hecho durante un año les ha devuelto a la niñez”. La asociación de la que forma parte desde hace cuatro años también ha organizado la feria que tuvo lugar hasta hace varios días en la plaza San Nicolás, que ya ha cumplido su séptima edición, y otra exposición en el Centro Cívico de Otxarkoaga. Mari Sol hace un último llamamiento para que todo el mundo “se deje arrastrar por el sentimiento de la Navidad y disfruten como cuando eran niños con los belenes”.

Fuente Deia

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