El kiosko de Karlos en Otxarkoaga aparece en el anuncio de Nico Williams

El kiosko de Karlos López, ubicado en Otxarkoaga, ha cobrado protagonismo al aparecer en un anuncio del futbolista del Athletic, Nico Williams. Para López, quien heredó el negocio de sus padres, la experiencia ha sido emocionante. «Me ha hecho mucha ilusión», confesó, destacando la importancia de la presencia de Nico, que se ha consolidado como una de las estrellas del fútbol tras su destacada actuación en la Eurocopa.

El amor de Karlos por el Athletic es evidente; siempre viste la camiseta del equipo en días de partido, a pesar de no ser socio. Este 2024 ha sido un año especial para los aficionados, con la Copa, la gabarra y el trofeo Zamora de Simón, además de la nominación al Balón de Oro de Nico.

Durante el rodaje del anuncio para la cadena de hamburguesas Goiko, López describió a Nico como «un chaval súper majo, súper normal». El futbolista, que ha alcanzado el estrellato, llegó al barrio como uno más, y durante las seis horas de grabación, los dos compartieron momentos agradables, incluyendo fotos y autógrafos. «Creo que le hizo ilusión volver», añadió Karlos.

El rodaje, realizado junto al ‘fosterito’ del metro, atrajo la atención de muchos vecinos, quienes se sorprendieron al ver al jugador. Para evitar el tumulto, la productora tuvo que alejar a Nico por un tiempo. López se mostró satisfecho con el resultado final del anuncio, que también incluyó otras locaciones en Bilbao. La idea de incluir su kiosko llegó poco antes del rodaje, y aunque inicialmente se contempló Madrid o Barcelona, la disponibilidad de Nico hizo que se decidieran por Bilbao.

Karlos valora la visibilidad que brinda este tipo de proyectos a negocios locales, especialmente en un momento en que la venta de prensa y revistas enfrenta desafíos. Para adaptarse, ha incorporado servicios de fotocopiado en su kiosko, atrayendo a más clientes.

Con 55 años, Karlos ha dedicado toda su vida a este negocio, el cual su padre inauguró en 1973. Sin embargo, no planea dejar un relevo, ya que considera que la labor es sacrificada y consume mucho tiempo. «Estamos vendiendo menos y hemos acortado horarios», reconoció. A pesar de las dificultades, se siente profundamente conectado con su barrio y destaca cómo la llegada del metro ha beneficiado a Otxarkoaga, trayendo más gente y vitalidad al vecindario. «Ha sido la bomba», concluyó Karlos, refiriéndose al impacto positivo de esta mejora en el transporte.

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