En las lomas de Artxanda, lejos del populoso mercado, Arantza Fernández prepara una suerte de bodegón de verduras de verano recién recogidas. Mientras, Carmen Bárcena transporta ladera arriba un pesado carro a rebosar de abono e Iñaki Santamaría, por su parte, trabaja con la azada. La lámina metálica que se encuentra en su extremo se hunde en la tierra y la prepara para la nueva siembra.
Arantza Fernández e Iñaki Santamaría posan con su cosecha de verano en los huertos municipales de Otxarkoaga
En todo momento se percibe el rugir de los vehículos que circulan por la carretera de Santo Domingo, que discurre cerca del barrio de Otxarkoaga. Aquí se encuentran 56 de las 184 huertas ecológicas urbanas que el Ayuntamiento de Bilbao pone a disposición de los vecinos y de los distintos colectivos que desarrollan su trabajo en la villa.
Arantza muestra su última cosecha con orgullo. La huerta, agradecida, le ha devuelto el sudor vertido durante las largas jornadas de trabajo estival con calabacines de hasta cuatro palmos de longitud, pimientos verde esmeralda y calabazas de un grosor considerable. “Aunque son de final de temporada tienen una pinta increíble. Eso sí, hemos recogido piezas mejores”, apostilla esta vecina de Otxarkoaga, una de las 36 a la que se le ha concedido la cesión de una parcela para el cultivo ecológico.
Cree fervientemente que ésta es una propuesta necesaria para Otxarkoaga y para el conjunto de la ciudad. “Siempre he pensado que había que dar luz al barrio de alguna manera”, apunta, “y, de hecho, hace varios años propuse al Ayuntamiento una iniciativa similar, aunque entonces no se me hizo mucho caso”, relata.
A Arantza se le ocurrió la propuesta “después de viajar mucho por Europa”. En el centro y el norte del continente este tipo de iniciativas se vienen implantando desde hace décadas. De hecho, el ensayo ‘Raíces en el Asfalto’, de José Luis Fernández Casadevante y Nerea Morán, describe cómo en Inglaterra, Alemania y Francia la tradición hortícola urbana se retrotrae hasta el siglo XIX. Fueron las familias obreras que se trasladaron desde un entorno agrícola hasta las incipientes urbes industriales quienes la llevaron consigo como vía “para reivindicar el higienismo dentro de las ciudades”, según Fernández Casadevante.
UN ESPACIO DE SOCIALIZACIÓN «EXCELENTE»
Hay hasta 184 parcelas para huertos ecológicos municipales diseminadas por toda la capital vizcaina
Además de generar espacios verdes y limpios en la ciudad, Arantza considera que las huertas urbanas operan como un centro de socialización excelente. “Aquí, arando la tierra, he conocido a vecinos que no sabía que vivían aquí, tan cerca”, apunta. Uno de ellos es Iñaki Santamaría.
El reloj se acerca a las 12.30 horas y el cielo, gris plomizo, amenaza lluvia. Iñaki es uno de los tres hortelanos amateurs que todavía resisten en los huertos ecológicos de Otxarkoaga arando su parcela. “Un familiar, que la había estado trabajando, me comentó que se le acababa la concesión –el Ayuntamiento sólo cede el uso durante un periodo de tres años– y que le hacía ilusión que alguien siguiese aquí. Me animé y aquí estoy”.
Dice, también, que ver el fruto de su trabajo es uno de los aspectos del trabajo en la huerta que más le llenan. Aunque, como señala Arantza, el hecho de tejer redes con otras personas del entorno es lo que más valora. “Haces comunidad. A veces, cuando terminamos de trabajar, nos vamos a tomar vinos”.
Socializar, conocer gente nueva, es una de las consecuencias del programa impulsado por el Área de Sostenibilidad del consistorio. Pero no es su objetivo principal. Mikeldi, responsable del mantenimiento de los huertos ecológicos y la persona de referencia a la que acuden sus usuarios, expone que la iniciativa pretende extender la conciencia ambiental entre la sociedad bilbaina. “Los huertos son el recurso para conseguir ese fin”, explica.
SOBERANÍA ALIMENTARIA: EL DERECHO A UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE
Añade que, a su parecer, es también la puerta de acceso a la soberanía alimentaria. “Al final, comen de lo que recogen, y recogen un producto excelente”, asegura. Y es que todas las pautas que facilita a los hortelanos de ciudad se fundamentan en los modelos de producción ecológicos, que no entienden de pesticidas o de abonos artificiales. “Les animé a comprar abono ecológico entre todos. Son solo cuatro euros por barba y las verduras salen mucho más ricas”, apunta.
En el mismo orden de ideas, destaca que en este espacio tratan de simular un entorno natural. Por eso, la Sociedad de Ciencias Aranzadi construyó un pantano para atraer anfibios, que ayudan al control de las plagas. “Al final, éstos –los de Otxarkoaga– son huertos periurbanos, porque se parecen mucho a las pequeñas producciones que tenemos los baserritarras”, añade el baserritarra y educador.
Por otro lado, reconoce el ímpetu con el que han cogido las herramientas sus ‘alumnos’. Hace poco más de un año algunos “ni siquiera sabían por dónde se coge la azada”, pero ahora son capaces de gestionar una huerta sin mayores complicaciones. Carmen Bárcena, por ejemplo, pisó su huerta por primera vez sin tener la más remota idea de cómo manejar un rastrillo. Hoy, en cambio, tiene el congelador hasta la bandera de las hortalizas que ha plantado ella misma. “He descubierto un mundo que no sabía que existía”, zanja.
Vídeo reportaje del canal de Youtube bilbao arquitectura sobre el proyecto de poblado dirigido en Otxarkoaga, que se inició en 1959, que pretendía alojar a los habitantes de las chabolas en un barrio satélite con servicios y equipamientos, pero que tuvo dificultades para su desarrollo y consolidación.
Transcripción del vídeo a texto:
En el vídeo que dedicamos al fenómeno del chabolismo en Bilbao nuestro relato llegó hasta 1961 año en el que fueron derribados la mayor parte de los barrios de chabolas. Algunos de ellos resurgieron y se consolidaron con la construcción de nuevas viviendas, como Uretamendi y Máster, por ejemplo, pero la mayor parte de los asentamientos desaparecieron definitivamente sin dejar rastro. Los lugares ocupados durante un tiempo por las chabolas ahora ya destruidas y desaparecidas se reintegran de nuevo al movimiento industrial, a las zonas verdes de la gran ciudad y a la naturaleza.
Al final del vídeo planteábamos varias preguntas a las que prometimos dar respuesta. Una de ellas era si el chabolismo desapareció definitivamente de nuestra ciudad. Podemos responder a esta pregunta diciendo que de forma general los barrios de infraviviendas desaparecieron, al menos con la tipología con la que se habían desarrollado en los años 40 y 50, y aunque siguieron existiendo algunos pequeños asentamientos, fueron casos ya marginales y minoritarios. Existen referencias de chabolas construidas en la década de los años 70 en Monte Caramelo, Peñascal o en los alrededores de Otxarkoaga, Txurdinaga, Santutxu e Iturrigorri, por ejemplo. En marzo de 1981, un grupo de habitantes del entorno de Txurdinaga ocupó algunos edificios vacíos del ensanche de Bilbao en una acción que pretendía mostrar a la sociedad bilbaína que el fenómeno de esas viviendas de condiciones indignas aún no se había cerrado de forma satisfactoria y que además empezaban a surgir problemas de convivencia en las zonas de los asentamientos.
Dos años antes de los derribos, es decir, en 1959, se empezó a gestar un proyecto singular de viviendas sociales para acoger a los habitantes de los barrios de chabolas, proyecto que tuvo en su origen tanto razones políticas como intereses empresariales, así como la presión social ejercida desde algunos sectores de la iglesia, medios de comunicación y colectivos ciudadanos. Os vamos a contar la historia de este proyecto aquí en el canal Bilbao Arquitectura, vuestro canal.
En octubre de 1959, el gobierno aprobaba la creación de un polígono residencial en la zona de Otxarkoaga. La elección de estos terrenos, a más de 3 km del centro de la ciudad, respondía fundamentalmente a cuestiones económicas, ya que no existían otros terrenos tan baratos y con la extensión suficiente para albergar el ambicioso proyecto que se proponía. Unos meses antes ya se había presentado un avance del proyecto que se planteaba como un auténtico barrio satélite para hacer frente a la acuciante necesidad de viviendas. La tramitación se llevó a cabo con la máxima urgencia, y en los primeros meses de 1960, la dirección general de vivienda obtenía la autorización para promover el poblado dirigido de Otxarkoaga, dentro del marco de los poblados dirigidos que también se desarrollaron en otros puntos de España.
¿Qué era esto de los poblados dirigidos? El término «poblado» indicaba que esos núcleos de población no alcanzaban una cantidad suficiente de habitantes para ser considerados como núcleos urbanos y, además, eran operaciones de emergencia que funcionaban de manera simbiótica con núcleos ya existentes, en este caso, la ciudad de Bilbao, y «dirigidos» porque la administración gestionaba no solo la política de vivienda, sino también la decisión sobre programas, adjudicación y control de los pagos de los alojamientos.
En mayo de 1960 se inició la construcción de los bloques de viviendas, y poco más de un año después se inició la operación de derribo de las chabolas y el traslado de sus ocupantes, que empezaron a llegar de forma masiva al polígono. Como ya indicamos anteriormente, existen dos versiones sobre la etimología de Otxarkoaga. La primera, la más extendida, se basa en la raíz «Otxar,» que significa rubia silvestre, ya que en la zona debieron abundar en su tiempo las flores amarillas. La segunda versión hace referencia a una evolución del prefijo «otso,» que convertiría Otxarkoaga en el lugar en el que abundan los lobos.
El proyecto se encargó a un grupo de jóvenes arquitectos locales sin apenas experiencia, a excepción de los veteranos Pedro Ispizua y Juan Madariaga. Se organizaron en varios grupos de trabajo, convirtiéndose el proyecto en una especie de laboratorio de ensayo en el que experimentar nuevas tipologías residenciales. Se tomaron algunas influencias locales, como el proyecto de Solokoetxe de Calixto Emiliano Aman, del que ya hemos hablado en este canal, otras experiencias previas realizadas en los poblados dirigidos de Madrid y algunas experiencias más visitadas por los arquitectos en sus viajes a otros países. En definitiva, una oportunidad para investigar sobre los conceptos de la vivienda mínima que ya habían aparecido inicialmente en los años 30.
El decano del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro, Ángel Cortázar, justificaba así su opinión favorable a que este grupo de jóvenes arquitectos desarrollara el proyecto: «En mi experiencia profesional, los arquitectos que tienen mejores ideas son los jóvenes, por dos cosas. Una, porque vienen recién salidos de la escuela y traen ideas y planteamientos sin macerar, y dos, porque no tienen la hipoteca del cliente que les estruja para no hacer cosas raras, tienen libertad de pensamiento. Véase una muestra de los últimos arquitectos jóvenes que han ganado concursos en el ámbito internacional, como el caso de John Hudson para la ópera de Sídney. También participaron otros arquitectos veteranos, como Luis María Gana, que proyectó el centro cívico en el que se incluyó un cine bien equipado, o Javier Sada de Quinto, arquitecto del Ministerio de la Vivienda, que intervino en el diseño de uno de los centros comerciales.
El polígono iba a ocupar un extenso terreno de más de 228,000 metros cuadrados que resultó de la suma de 50 parcelas correspondientes a 33 propietarios para acoger 3,672 viviendas subvencionadas y 18,600 habitantes. El presupuesto total fue superior a los 400 millones de pesetas. Era evidente que este proyecto no iba a resolver de forma global el problema de la vivienda en Bilbao, ya que solo en los asentamientos de chabola existían más de 26,000 personas. Era un primer paso, pero desde las propias instituciones se reconocía que el déficit de viviendas aumentaba cada día y era difícil de resolver.
El término urbanístico polígono aplicado al proyecto de Otxarkoaga había parecido por primera vez en la ley del suelo de 1956 y surge con el objetivo de atender las necesidades y posibilidades de actuación urbana con una rápida y urgente tramitación. De esta forma, la tramitación del procedimiento fue muy rápida dada la urgencia que precisaba la operación.
El polígono disponía inicialmente de una única salida hacia el centro de Bilbao, y algunos caminos existentes se renovaron y convirtieron en viales con dirección a Bolueta y Begoña. Dada la orografía irregular del terreno con fuertes pendientes, se optó por una adaptación de los bloques de viviendas a las curvas de nivel, lo que daría como resultado una composición urbana irregular y aparentemente desordenada. Los arquitectos optaron por liberar la mayor cantidad posible de suelo, y para ello, debían desarrollar unos edificios de mayor altura.
El conjunto terminó dividiéndose en tres agrupaciones de edificios separadas por las dos vaguadas existentes: una zona central con orientación norte-sur donde se ubican las cinco Torres. El grupo este con una edificación regular de bloques lineales, bloques en T y bloques en H, donde se incluyen dos Torres a modo de referencia vertical. Por último, el grupo oeste se dispone sobre las cotas mínimas y máximas del polígono y presenta una mayor diversidad de tipologías residenciales.
En el corazón del polígono se dispuso el centro cívico con distintos equipamientos, y en el extremo de la Plaza Central, la iglesia principal. Para los grupos escolares, se buscaron emplazamientos soleados. A todo ello hay que añadir los locales comerciales y otros servicios. Finalmente, se construyeron 110 bloques con 259 Portales y 3,676 viviendas.
Las viviendas se acogían al régimen de renta limitada subvencionada y debían contar con un mínimo de dos dormitorios, más la cocina, sala de estar y el cuarto de aseo. Para que quedaran incluidas dentro de la normativa de vivienda social, se diseñaron con una superficie útil de entre 40 y 50 metros cuadrados. El criterio fundamental era el de reducir los costes, y para ello, se ajustaron las dimensiones de los espacios secundarios como aseos y armarios empotrados, para que el precio de la construcción no rebasara las 1200 pesetas por metro cuadrado. Como novedad constructiva, se incorporaron huecos o patinillos para el paso de las instalaciones, facilitando las labores de mantenimiento posterior.
La construcción del polígono se realizó en un tiempo récord, en poco más de un año, se levantaron los bloques de viviendas con la participación de siete empresas constructoras y más de 5000 obreros. Hasta entonces, nunca se había realizado una construcción de tal magnitud en Bilbao.
Una nueva ilusión ha nacido en las chabolas, todos hablan de lo mismo, y hasta en la tasca se cuentan los días que faltan para la entrega de las llaves.
Cuando en agosto de 1961 se inició el traslado de los habitantes de los barrios de chabolas, El polígono de Otxarkoaga distaba mucho de estar completado en su totalidad. Calles, infraestructuras generales y edificios de equipamientos y servicios estaban aún en construcción o ni siquiera se había iniciado la misma.
Tampoco existía apenas transporte público. No es casual que la inauguración oficial no se produjera hasta tres años después, en 1964.
Ya comentamos aquí que en algunos casos, los chabolistas se resistieron a los realojos al no querer abandonar las casas que poco a poco habían ido reformando, convirtiéndolas, en algunos casos, en construcciones más sólidas, contando incluso con pequeños huertos y espacios para la cría de animales. Así que las sensaciones que tuvieron al instalarse en sus nuevas viviendas en los pisos de esos grandes bloques fueron diversas, al añorar su vida anterior, la adaptación a la nueva forma de vida no fue fácil. Se rompió la estructura social que se había generado en los barrios anteriores, y en muchos casos se perdieron las relaciones personales establecidas durante años de convivencia.
Tienes que ir a un piso, la gente no sale, no se adaptan los pisos porque es la libertad que tienes en un caserío, que no tienes vecinos que aguantar, ni ellos aguantan a ti, es una libertad total. Allí no hay gallinas, conejos, vacas, pero después, encontramos con enfrente ya no es lo mismo.
A pesar del amplio grupo de arquitectos que participó en el proyecto, lo que auguraba una variedad en el diseño de los bloques. Lo cierto es que el aspecto formal fue más bien monótono y anodino. Y aunque con algunas virtudes, el resultado final adoleció de ciertas carencias, tanto en cuestiones urbanísticas como en la calidad constructiva de las edificaciones. En el lado positivo, hay que destacar la atención prestada a cuestiones de higiene y salubridad, como la orientación, el soleamiento, la ventilación y los espacios libres dispuestos entre las edificaciones. También a la variedad de modelos de viviendas desarrolladas en el proyecto, con cinco tipos diferentes, con distribuciones funcionales de 2, 3 y 4 dormitorios, evitando circulaciones innecesarias y con un gran aprovechamiento del espacio. En algunos de los bloques se introdujeron novedosos sistemas de construcción prefabricada, como el Fiorio de patente francesa, que permitieron acortar los plazos de ejecución.
Pero pronto se detectaron fallos en aspectos como la disposición de los viales de circulación y en el acceso a los portales y locales. La relación de los edificios con el terreno circundante resultaba forzada en muchos casos, faltaba continuidad en los caminos peatonales que se fueron improvisando sobre la marcha, incluyendo gran número de escaleras. Y a nivel constructivo, las carencias más significativas se dieron en las fachadas, de ladrillo caravista o de paños enfoscados y pintados. Las prisas y los ajustes presupuestarios provocaron la ejecución de soluciones inestables. Las condiciones térmicas, sin ningún tipo de aislamiento, dejaban mucho que desear, las humedades eran habituales en el interior de los cuartos húmedos y se producían filtraciones.
Hay que tener en cuenta que el proyecto había sido redactado en 1959 cuando aún no existía una normativa que regulase las condiciones mínimas de habitabilidad ni las normas básicas de edificación. En cuanto a la distribución interior de las viviendas, en general, no fue del agrado de los nuevos vecinos, que durante los primeros años llevaron a cabo numerosas reformas.
Por último, la lejanía a la trama urbana siguió generando una sensación de desconexión y abandono despertándose de nuevo un sentimiento de desarraigo. Parecía que la historia volvía a repetirse años después en un nuevo escenario.
Para profundizar en la configuración y el desarrollo del poblado dirigido de Otxarkoaga, recomendamos en este caso dos publicaciones fundamentales que recogen gran cantidad de datos y documentación mediante unos exhaustivos trabajos de investigación. Por un lado, el libro del historiador Luis Bilbao Larrondo, publicado en 2008 bajo el título «El Poblado Dirigido de Otxarkoaga: Del Plan de Urgencia Social de Vizcaya al Primer Plan de Desarrollo Económico», en el que contextualiza el proyecto de Otxarkoaga dentro del panorama urbanístico y económico de aquellos años. Y por otro lado, el resultado de la tesis desarrollada por la arquitecta Miriam Varela Alonso en 2017, en la que analiza y desmenuza con precisión las tipologías arquitectónicas presentes en Otxarkoaga, así como los trabajos de rehabilitación propuestos para mejorar la calidad constructiva de sus edificaciones. Su título, «Ocharcoaga: El Polígono de las Flores Amarillas».
Algunos autores han establecido que con el tránsito del chabolismo a las viviendas de Otxarkoaga se pasó en realidad de un chabolismo horizontal a un chabolismo vertical. Otros autores han calificado al polígono como auténtico gueto o como una isla de hormigón al margen de la trama urbana. El desarrollo de Otxarkoaga y de otros polígonos residenciales significó un nuevo modelo de desarrollo urbano, polígonos que eran concebidos como pequeñas ciudades satélite en las que se debían desarrollar todas las actividades cotidianas sin necesidad de depender de la gran ciudad. Sin embargo, esto no ocurrió y en la práctica la mayoría de los equipamientos y dotaciones no llegaban a desarrollarse, convirtiéndose en zonas residuales con difícil acceso y escasa comunicación con el exterior.
Estos nuevos núcleos urbanos creados para albergar a una nueva sociedad acabaron transformándose en los nuevos suburbios de las grandes ciudades. Más allá de disquisiciones teóricas, los propios vecinos que llegaron a Otxarkoaga se han manifestado y han expresado sus opiniones, sus sensaciones y sus vivencias. Y quizás sea este el testimonio más importante. Queríamos venir y llegamos. Pues que no había edificios sin terminar, como el rascacielos de aquí, del centro cívico. El centro cívico estaba en el esqueleto. Las iglesias no estaban construidas; una de ellas estaba empezada, la otra tampoco. Porque es la del centro cívico. Tampoco había escuelas, porque nosotros decíamos claro, las escuelas estaban determinadas donde íbamos a ir.
En definitiva, Otxarkoaga supuso, al menos teóricamente, una mejora en las condiciones de vida de sus habitantes, pero su situación, sobre todo durante esos primeros años, con carencias en las infraestructuras y edificaciones inconclusas, estuvo muy lejos de ser ideal. Poco a poco, una vez más, la conciencia social fue surgiendo y, al igual que había ocurrido en algunos barrios de chabolas como Uretamendi, en 1968 surgió una asociación de vecinos, la Asociación de Familias de Otxarkoaga, que durante las siguientes décadas luchó por conseguir mejorar las condiciones de las viviendas y del barrio en general, reivindicando soluciones para los problemas en las infraestructuras y los espacios públicos, y para las deficiencias constructivas de las edificaciones, mejoras y reparaciones que se fueron acometiendo en sucesivas fases a partir de los años 70, inicialmente por parte de los propios vecinos y posteriormente por parte de la Administración, mediante la redacción de un plan especial de reforma interior y saneamiento.
No cabe duda de que Otxarkoaga ha conseguido sobrevivir a todas sus vicisitudes y se ha convertido, 60 años después de su construcción, en uno de los barrios más carismáticos de Bilbao, el lugar en el que abundan las flores amarillas o los lobos.
Programa de fiestas para el Domingo 11 de junio de 2023
Domingo 11 de Junio
10:00 Puertas abiertas a la exposición permanente de la Asociación belenistas Santo Justo y Pastor en los locales de lozoño 26-28 (trasera) Para visitar la exposición por favor pedir cita previa: 664568271 10:30 Talleres y juegos infantiles en la plaza Ugarte con Goizalde Eskaut taldea. 10:30 Puertas abiertas en la plaza para cocinar 11:00 Inscripción del concurso «Arroces del mundo» en la plaza. 13:00 Campeonato de Rana en el Bar Flower y Basoa 14:30 Entrega de platos al jurado y reparto de premios en Ugarte 14:30 Comida popular en Ugarte Arroces del mundo 17:30 Concierto de habana 537 18:00 Entrega de premios del V. Memorial de la mano del C.D. Otxarkoaga en la plaza Ugarte 20:00 Txupinazo y Fin de Fiestas.
Programa de fiestas para el Sábado 10 de junio de 2023
Sábado 10 de Junio
A lo largo del día Partidos correspondientes a la fase final del V. Memorial en el campo del C.D. Otxarkoaga 10:00 Puertas abiertas a la exposición permanente de la Asociación belenistas Santo Justo y Pastor en los locales de lozoño 26-28 (trasera) Para visitar la exposición por favor pedir cita previa: 664568271 10:00 Comienzo del concurso de Alubias organizado por la Asociación de Comerciantes, previa inscripción (consúltalo con tu comercio habitual) 11:00 Gargantúa en Arbolantxa 11:00 Torneo 3X3 de baloncesto y eliminatorias de la V. batalla de rap en la cancha de baloncesto de Ugarte organizado por Tode & friends y colabora CB Otxarkoaga 13:30 Pase del jurado por los comercios participantes del concurso 17:00 Campeonato de Futbolín en los bares Flower y Basoa 18:00 Entrega de premios de la alubiada en Travesia de Arbolant×a 12, enfrente del Bar Cometa, de la mano de la asociación de comerciantes. 18:00 Boiles en el centro cívico de la mano de asociación de mayores de Otxarkoaga Adin aurreratua. 19:00 Otxakoaga punk fest con los grupo «Vomitando desperdicios», «Mozkor alaiak» en la calle Lozoño con la colaboración de Bar Calbarro, Bar Esteban, Bar Geltoki y Panaderia La parada. 19:00 Parrillada de la mano de La mutua en la plaza Ugarte 20:00 Verbena en el bar COMETA 20:00 Final de la V. batalla de rap en la plaza Ugarte. 21:00 Verbena en Travesia Arbolantxa 2-4 de la mano de bar Mendipeko, bar Aldapa, Bar Angello, cafe bar Zorte on y bar Txalaparta. 21:00 Concierto Tode y Xilum 23:30 Concierto de versiones de los 80 con Loewe trío en Ugarte
Programa de fiestas para el Viernes 9 de junio de 2023
Viernes 9 de Junio
12:00 Mañana de Ocio en la plaza Ugarte de la mano de OGA. 14:30 Comida y bingo musical en la plaa Ugarte de la mano de OGA. 18:30 Elektrotxaranga de la mano de OGA. 18:30 Cabaret Panoli en Txotenagunea. 20.30 Concierto de «A kings of the north» en el bar Rimaitor. 22:00 Conciertos en Ugarte con los grupos «STR» y «ETXEPE»
Programa de fiestas para el Martes 6 de junio de 2023
Martes 6 de Junio
18:00 Exhibición de baile flamenco en Ugarte de la mano de la mano de Estudio Flamenco Safo Eskola/ Safo Eskola Flamenko Dantza estudioa 19:00 Partidos correspondientes a la liguilla de grupos del V. Memorial en el campo del C.D. Otxarkoaga
Programa de fiestas para el Lunes 5 de junio de 2023
Lunes 5 de Junio
18:00 Actividades de Gaztegune y Bizitegi en Ugarte: talleres, juegos, musica…. 19:00 Recorrido arquitectònico històrico por Otxarkoaga de la mano de la AFO con el doctor en historia Luis Bilbao, el arquitecto y vecino Karlos Renedo y con Cristòbal I. Rivera de la AFO. Salida del centro cívico. Inscripcion previa en asociacionfamiliasotxarkoaga@yahoo.com
Programa de fiestas para el domingo 4 de junio de 2023
Domingo 4 de junio
10:00 Puertas abiertas a la exposición permanente de la Asociación belenistas Santo Justo y Pastor en los locales de lozoño 26-28 (trasera) Para visitar la exposición por favor pedir cita previa: 664568271 12:00 Teatro de Aullidos de Otxar ‘Seguimos con la lucha en el centro cívico 12:30 Manifiesto y Batukada 13:15 Dinámica del corazón de Otxar 14:30 Comida popular en contra de la violencia machista organizado por Berdin Otxar en la plaza Ugarte. Para apuntarse en Mahatserri taberna. 16:30 Karaoke Feminista en la plaza Ugarte 18:30 Master class de Salsa