Bilboko auzo elkarteak auzo etxeak arratsaldez ixtearen aurka / las AAVV de Bilbao contra el cierre de los centros civicos por las tardes

Las AAVV de Bilbo critican el cierre vespertino de los centros cívicos en verano

 

GARA |2009/07/11

La Asamblea General de las Asociaciones Vecinales de Bilbo ha censurado la decisión del Ayuntamiento de cerrar todas las tardes de julio y agosto, calificándola de «totalmente inaceptable».

«Esta política de cierre de locales y que solo busca ahorrar costes sin pensar en los perjuicios que causa a los ciudadanos, debe ser cambiada radicalmente», manifiestas los organismos, que recuerdan a los responsables municipales que ellos trabajan todos los meses «por que siempre surgen problemas y asuntos que no esperan para su resolución».

Así, recuerdan al Consistorio bilbaino que la labor que se realiza desde el movimiento ciudadano es «altruista» y sus componentes trabajan por sus barrios cuando tienen tiempo libre, especialmente por las tardes. Por ello, las AAVV estiman necesario que los centros cívicos estén abiertos «el mayor tiempo posible».

auzo etxea itxita !!!!!! / el centro cívico cerrado

otxarkoagako auzo etxea

otxarkoagako auzo etxea

Este año nos han sorprendido cerrando el Centro Cívico por las tardes.

¡ Desde las 2h,  y todo julio y agosto !

Por primera vez  en 22 años de vida del Centro Cívico.

Ha sido sin avisar, por sorpresa.

Por toda comunicación, un cartel en la puerta de acceso.

otxarkoagako auzo etxea

otxarkoagako auzo etxea

Aunque en julio baja la asistencia a los locales, los vecinos y vecinas necesitamos que esten abiertos , para poder mantener las actividades.

Los grupos y asociaciones populares seguimos trabajando, y aunque, algunos no hagan actividades, tienen que reunirse para preparar las proximas.

Necesitamos nuestros archivos,  documentos, ordenadores y otros materiales…

De esta manera los vecinos y vecinas tampoco podemos reunirnos, ni podemos hacer asambleas, charlas, exposiciones ,  nada.

No podemos hacer nada hasta septiembre.

Nosotros concretamente nos reunimos todos los martes en julio y es un momento en el que siempre se acercan vecinos con diversos problemas. Los jueves de 7 a 8 tambien atendemos y recogemos fotografias antiguas de los vecinos y vecinas. Con una medida asi nos obligarían a parar dos meses y suspender las grabaciones de la pelicula que estamos realizando.

En estos meses tambien surgen problemas: las obras, desahucios, averias , las instituciones aprovechan para adjudicar obras y proyectos impopulares, conflictos, preparar actividades para las fiestas de bilbao, etc.

Si este es el apoyo que nos van a dar a los vecinos y vecinas, para nuestro desarrollo social y cultural, estamos apañados.

Se gastan dinerales del contribuyente bilbaino para hacer festejos a los turistas, y a los vecinos de los barrios nos suprimen los equipamientos sociales.

Nuestra Asociación va a iniciar una campaña para defender nuestro derecho a unos locales sociales al servicio del barrio y de los vecinos y vecinas.

35 hogares para empezar otra vez

 

Cuando Viviendas Municipales está de actualidad se suele deber a sorteos de VPO, proyectos de construcción de nuevas promociones de pisos… Pero esta sociedad municipal también tiene una vertiente de responsabilidad social. 128 personas con problemas de inserción conviven en 35 pisos cedidos por Viviendas Municipales a asociaciones que trabajan para ayudar a estos colectivos en la villa. Se trata de agrupaciones como Argia, Bizitegi o la Fundación Síndrome de Down del País Vasco.
Tal y como explicaron ayer la presidenta de Viviendas Municipales, Julia Madrazo, y su directora, Isabel Garcés, cooperan con 25 asociaciones dedicadas a la inserción socio-laboral y, gracias a los convenios suscritos con ellas, «personas mayores sin recursos, discapacitados físicos o psíquicos, inmigrantes, jóvenes procedentes de hogares desestructurados y personas en situación de precariedad económica pueden retomar sus vidas». También las mujeres que han sido víctimas de malos tratos encuentran en estos pisos un lugar donde alejarse de su agresor junto a sus hijos.
Según Madrazo, «estas personas unen la necesidad de vivienda con problemas personales específicos y en los pisos no sólo encuentran alojamiento. También tutela, seguimiento y atención psicológica y sociolaboral para insertarles de forma normalizada en la sociedad». A su juicio, «la exclusión social es uno de los retos más acuciantes de la sociedad actual». Explicó que la mayoría de los programas que ofrecen son «de tránsito, porque el objetivo es que las personas acogidas consigan ser autónomas e independientes».
Usos sociales
Cuando encuentran trabajo o recuperan el control de sus vida, dejan su sitio a otras personas necesitadas. «Si no experimentan una mejoría, como puede ocurrir con personas con enfermedades mentales incurables, se plantean estancias prolongadas en pisos tutelados», comentó Madrazo. Respecto a las personas mayores sin ingresos, permanecen en pisos municipales mientras puedan valerse por sí mismas; «cuando pierden la autonomía son alojadas en una residencia».
La renta media de estos pisos es de 234 euros, pero no es el único recurso que cede Viviendas Municipales de su parque inmobiliario. También tiene repartidos, esta vez gratuitamente, 42 pisos de Otxarkoaga que fueron declarados como inhabitables en 1987. No son aptas como residencia, «pero pueden cumplir usos sociales a favor de asociaciones que, además, contribuyen a la dinamización social de este barrio de Bilbao», afirmó Madrazo.
Lo que antaño fueron infraviviendas, hoy se han convertido en 4 centros de día, una tienda de ropa de segunda mano y oficinas para las agrupaciones. Por ejemplo, Bizitegi, Kaledor Kayiko, la asociación de belenistas, de canaricultura y la asociación Ahislama, entre otras. Según apuntó Madrazo, por el momento el número de pisos municipales resulta suficiente, «pero cada año evaluamos con las asociaciones y los departamentos municipales si es necesaria alguna ampliación».

 

EL CORREO

Viviendas Municipales cede o alquila 77 pisos a personas con diferentes problemas sociales

Inmigrantes, jóvenes de hogares desestructurados, tercera edad sin recursos o mujeres con problemas.
Olga Sáez    DEIA

bilbao. Viviendas Municipales de Bilbao ha cedido o arrendado un total de 77 pisos para que 25 asociaciones que desarrollan su actividad en el campo de la inserción social y laboral de distintos colectivos ayuden a 128 personas.

Según informaron en rueda de prensa la presidenta de Viviendas Municipales, Julia Madrazo, y la directora de la sociedad, Isabel Garcés, Viviendas Municipales mantiene relaciones de cooperación y alianzas con 25 asociaciones y entidades bilbainas que desarrollan su trabajo a favor de diferentes colectivos en el campo de la inserción socio-laboral, grupos con inquietudes culturales y entidades públicas.

En este sentido, la sociedad tiene habilitados un total de 77 pisos de su parque inmobiliario para diferentes asociaciones que luchan contra la exclusión social de colectivos diversos y un total de 128 personas habitan en estas viviendas, gracias a los programas y convenios desarrollados por 25 asociaciones y entidades que desarrollan su actividad en el campo de la inserción socio-laboral.

Según Madrazo, se trata de entidades que trabajan con colectivos muy diversos, en muchas ocasiones en riesgo de exclusión social, como personas mayores sin recursos, personas con discapacidades físicas o psíquicas, personas inmigrantes, personas de la tercera edad, jóvenes procedentes de hogares desestructurados o personas en situación de precariedad económica.

En los colectivos se incluyen también grupos con inquietudes culturales y entidades públicas como el Área de Igualdad, Cooperación y Ciudadanía y Viviendas Municipales para la acogida de mujeres víctimas de violencia de género. Madrazo aseguró que «estos pisos compartidos, que ofrecen tutela, seguimiento y atención psicológica y sociolaboral para insertar a las personas en una sociedad normalizada», sirven para dotar de un alojamiento a 128 personas, que unen a la necesidad de vivienda, una problemática específica con discapacidad física o psíquica, violencia de género o inmigración.

En este sentido, según dijo, se ofrece una colaboración con el tejido asociativo en la lucha contra la exclusión social, «uno de los retos más acuciantes de la sociedad actual». La responsable municipal explicó que la mayoría de los programas de ayuda que ofrecen estas asociaciones son «de tránsito, porque el objetivo es que las personas acogidas sean autónomas e independientes, en la medida de sus posibilidades».

Con este fin, los programas brindan formación y asistencia para encontrar un trabajo o atención médica y psicológica, según las necesidades. Cuando estas personas logran su objetivo, abandonan la vivienda municipal y dejan su plaza para otras personas necesitadas.

En el caso de aquellos colectivos que no experimentan una mejoría que les permita su autonomía, como personas con enfermedades mentales incurables, los programas plantean estancias prolongadas en pisos tutelados. Respecto a las personas mayores sin ingresos para mantener su propia vivienda, la estancia en los pisos municipales se produce mientras puedan valerse por sí mismas, ya que son alojadas en una residencia cuando pierden la autonomía.

Los primeros pisos municipales cedidos para luchar contra la exclusión social se remontan a los convenios firmados con las asociaciones Argia, de ayuda a personas con enfermedades mentales, en 1992, con dos pisos; y Bizitegi, otra organización que también trabaja con personas en riesgo de exclusión social, en 1994, con catorce viviendas. El resto de los pisos municipales están repartidos entre otras asociaciones de apoyo a personas con enfermedades mentales; organizaciones de ayuda a personas inmigrantes; asociaciones de intervención para personas en riesgo de exclusión social por motivos económicos y laborales; colectivo centrados en la ayuda a personas jóvenes; la Fundación Síndrome de Down del País Vasco; la asociación de ayuda a la tercera edad de Bilbao La Vieja y el Área de Mujer del Ayuntamiento de Bilbao, con cuatro pisos para la acogida temporal de mujeres víctimas de malos tratos.

«Inhabitables» en Otxarkoaga

La política de Viviendas Municipales de Bilbao se hace extensiva también a otros fines. Así, también tiene cedidos gratuitamente 42 viviendas en Otxarkoaga que fueron declaradas «inhabitables» en 1987 por acuerdo plenario municipal, dado que ya entonces se preveía que si bien no eran aptas para vivienda, podían cumplir usos sociales a favor de asociaciones que contribuyen además a la dinamización social del barrio de Otxarkoaga. La implicación de Viviendas Municipales de Bilbao con las asociaciones sociales y culturales de la villa se completa con la firma de otro tipo de convenios de colaboración. El caso más reciente es el acuerdo con Emaús-Bilbao, que desde enero se encarga de la retirada y restauración de los muebles de la Villa. Estas viviendas municipales aptas para la acogida de los diferentes colectivos son arrendadas por Viviendas Municipales, estableciéndose una renta social, en consonancia con el fin que concurre en ambas partes, que asciende a 234 euros. Gracias a ello muchas personas en situación de riesgo de exclusión pueden iniciar una normalización desde la normalización de su vida en una vivienda gestionado por estas asociaciones. >O.SÁEZ

DEIA

DEIA