Cientos de vecinos claman que otro modelo de Bilbao es posible

Instantes antes de que se iniciara la protesta, Javier Muñoz, presidente de la FAVB, aseguró que “la ciudad sigue avanzando a dos velocidades”, ya que “se invierte mucho más donde menos se necesita”. Según indicó, la manifestación es una forma de “poner a la sociedad civil activa en marcha”. De hecho, independientemente del poder de convocatoria de la iniciativa, consideró que una ciudad con “organizaciones de tanto coraje” debería de ser un motivo de orgullo para el Ayuntamiento. “Tienen que estar orgullosos no solo del Guggenheim, también de su población comprometida”, señaló.
Muñoz recordó, asimismo, que el único precedente de esta singular protesta, debido a todas las voces que aglutinó, se encuentra en junio de 2008. Sin embargo, aquella vez la manifestación estuvo conformada exclusivamente por asociaciones vecinales que reivindicaban los mismos derechos para todos los ciudadanos. “En esta ocasión hemos compartido la convocatoria con cerca de 200 organizaciones”, destacó el portavoz vecinal, en referencia a los sindicatos, movimientos feministas y estudiantiles, foros y plataformas y ONG, entre otras, que se han sumado. ¿Y ha cambiado algo en los últimos diez años? “Hemos salido de la crisis y eso se tiene que notar”, evidenció Muñoz, quien destacó que sus reclamaciones para coordinar mejor el transporte público o hacer más accesible la ciudad no cayeron en saco roto. “Es bueno que la ciudad esté viva y se manifieste democráticamente”, argumentó.
Reivindicaciones para todosMiembros de diferentes asociaciones y movimientos fueron congregándose minutos antes de las 12.00 en la Plaza Elíptica, desde donde partió el desfile de pancartas. “Esta es una iniciativa más a la que nos sumamos, complementaria a la de los lunes y las previstas a lo largo del mes de mayo”, explicó Carlos Ruiz, portavoz de la Plataforma de Pensionistas de Euskal Herria por los Derechos Sociales, quien indicó que no están satisfechos con la subida acordada por el gobierno central. “A nivel de pensionistas no tiene ningún efecto, las pensiones bajas se complementan con la RGI, así que a las que se incrementen con la subida del IPC se les retraerá el complemento”, reveló el portavoz de los pensionistas.
A unos metros, los vecinos de Basurto portaban una pancarta para reclamar el espacio de La Perrera, donde hace escasos meses se inauguró la comisaría del barrio, para la ciudadanía. “Necesitamos un centro cultural que complemente el centro de distrito”, aseveró Begoña G. Vivanco, presidenta de la Asociación de Vecinos de Basurto, quien solicitó “que paren de construir edificios”. Otra de las asociaciones vecinales que no faltó fue la de Uribitarte Anaitasuna. Su portavoz, Celina Pereda, pidió “la defensa de los cascos históricos frente a la turistificación y la gentrificación”, ya que la “gente que vive en Abando ha comprobado cómo a medida que se peatonalizaban las calles y aumentaba el ocio nocturno, ha disminuido la calidad de vida”.
Por su parte, Carmen Baúl y Asier Portillo, en representación del sindicato LAB, evidenciaron que dicho modelo de ciudad repercute en el pequeño comercio. “Estamos en contra de las aperturas los domingos, tiene que existir una conciliación de la vida laboral. El turismo puede seguir existiendo;pero el comercio es comercio, no es ocio”, alegaron.
Las reivindicaciones dieron para representar a toda la ciudadanía. Desde la Federación de Gentes del Mundo, Miguel Ángel Puentes, solicitó “una sociedad más hospitalaria”, en la que se tome conciencia de “los derechos de los refugiados a los que se debe abrir las puertas”. Asimismo, destacó “los derechos laborales de las mujeres que trabajan en el ámbito doméstico, muchas de las que están casi en estado de esclavitud”.
Marcha hasta el ayuntamientoLa marcha partió pasado el mediodía y de forma silenciosa, probablemente porque el hecho de que cada asociación tuviera su propia reivindicación complicaba encontrar un lema común. Sin embargo, cuando la cabecera alcanzó el Palacio foral, comenzaron a sucederse los cánticos. El más entonado fue “Otro Bilbao es posible”, aunque también se dejó paso a “Auzoak bizirik”. A medida que la comitiva avanzaba por la Gran Vía, gran número de curiosos grababa la protesta en la que participaron concejales de EH Bildu como Alba Fatuarte, Izaskun Guarrotxena y Bruno Zubizarreta y de Udalberri, como Carmen Muñoz y Amaia del Arenal, además de otros representantes institucionales. A la altura de los juzgados en la calle Buenos Aires, la manifestación se detuvo al grito de “No es abuso, es violación” para mostrar el rechazo de los participantes a la sentencia dictada por el caso de La Manada.
A medida que los asistentes fueron acercándose al ayuntamiento, el lema más sonado fue el de “Alcalde, escucha, los barrios en lucha”. Cuando todos los manifestantes llegaron a la escalinata de la casa consistorial, se leyó un comunicado, tanto en euskera como en castellano, para denunciar las consecuencias de la crisis en los sectores sociales. “Las mejoras que reclaman los ciudadanos en sus barrios se hacen esperar mientras aumentan la pobreza, la precariedad y la marginación, generando una falta de esperanza en el futuro”, expresaron. Ante esa situación, aseveraron que se debe “frenar el modelo de ciudad escaparate que no es sino pura propaganda”. Por ello, abogaron por “el diálogo, el entendimiento y el acuerdo entre la ciudadanía y las instituciones” -en referencia al Ayuntamiento, la Diputación, el Gobierno vasco y el estatal- para lograr entre todos una “sociedad cohesionada”.
Publicado en DEIA 2018/04/29