Estamos tan alucinados que no sabiamos como titular este articulo.
Nos imaginabamos que habría alguna sorpresa a la vuelta de la Semana Santa y de Pascua.
Son fechas especiales para nuestras instituciones, y siempre aprovechan para perpetrar algún desmán.
Pasan los capuchinos con sus saetas sevillanas al Cristo palanquero de la 5a parroquia. Acaban las emisiones de Ben Hur, Espartaco y sus caracoles, y entonces, cuando vuelve el ritmo de la liga, cuando volvemos al trabajo, aparece la sorpresa.
Aprovechan para colocarnos una antena de moviles, o un cambio de sentido, o talar algún árbol, o abrir una zanja inoportuna, o para adjudicar alguna polémica obra…
Este año también la tenemos sonada: ¡nos han pintado los depósitos de agua!.
Esos depósitos, de los que casi no nos acordábamos , que ni los veíamos tan escondidos detras de Aixe Ona.
Ahora podemos, y debemos, presumir de depósitos modernos en Otxarkoaga, ¡ se ven desde el lado oculto de la luna!
Este es un ejemplo de como integrar una construcción con el paisaje: Se pone la pintura más chillona posible , y que el paisaje se vaya a la mierda.
A fin de cuentas, ¿ no estamos hartos de este empalagoso color verde que nos invade, por todo Euskadi ? ¿ no es insoportable el brillante verde de la vegatación en primavera ?
En fin , vemos aquí un claro ejemplo de la sensibilidad humana.
Pero no es de extrañar, en una ciudad que permite que edificios significativos sean derribados por la piqueta para construir colosos de cristal y acero.
Ya teníamos un antecedente en el rojo del Puente de la Salve renovado y posterioraposmoderno.
¡Menudo impacto que tiene el reciclado Puente de la Salve…!
Pero esto solo es una copia de Infierno de Cobardes de Clint… ¡que poco originales!
Pintarlos con pintura chillona sería decorarlos con un naranja o amarillo florescente. Tal como los han dejado (azul y verde) me gustan (es sólo mi opinión). Por cierto, lo del puente de La Salve es para gustos, pero hay que tener en cuenta que originalmente era rojo, no verde.
EL PUENTE DE LA SALVE FUE DE COLOR TEJA, PERO AHORA ESTA PINTADO DE COLOR BERMELLON.
CUANDO EL ARQUITECTO DEL GUGGENHEIN, GERY DECIDE INTEGRAR PUENTE Y MUSEO, EL PUENTE ERA VERDE.
HACE POCO EN UNA VISITA A BILBAO FUE EL PROPIO GERY EL QUE CRITICO ESTAS INTERVENCIONES EN EL
ENTORNO DEL MUSEO, QUE HABIAN CONVERTIDO EL ENTORNO INDUSTRIAL EN UN CONJUNTO PASTELON.
sOBRE LOS DEPOSITOS, ANTES ESTABAN MIMETIZADOS CON EL PAISAJE, PORQUE EL CEMENTO GRIS HABIA SEOD COLONIOZADO POR MUSGOS Y LIQUENES: ESTABA MÁS INTEGRADO CON EL PAISAJE.
A mí también me parece que se ha exagerado en el entorno del Guggenheim, con la araña, los tulipanes, la estatua de Ramón Rubial… y ahora el puente. En cualquier caso me parece algo original, no muy habitual en otras ciudades que apuestan por este tipo de «atracciones»; arañas y tulipanes idénticos hay en muchas otras ciudades, puentes como el de La Salve, no.
De todos modos, como ya he dicho, es cuestión de gustos. A mi me gusta más ahora que antes.
En cuanto a la opinión de Frank Ghery, puede pensar lo que quiera desde su despacho; nosotros tenemos que vivir aquí, y evidentemente es mejor tener unos paseos y un parque junto a la ría y no el aparcamiento y solar en ruinas que había antes (el «entorno industrial» del que habla).
Me gustan los paisajes post-industriales (suelo ir a pasear a Barakaldo, Zorrozaurre…), pero no en el centro de una ciudad.
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