Tan talado el pino que había junto a la Iglesia. Un pino que estaba perfectamente sano. (Pino Halepensis )Es verdad que sus hojas secas obstruían los canalones de la iglesia. Y también lo es que no estaba en una ubicación correcta para sus dimensiones. Pero la culpa de su orientación inclinada y de su crecimiento la tiene el abandono que durante décadas mantuvo el servicio Municipal de Jardines.
Esperemos que tomen nota y cuiden al otro pino que queda. Que le den forma a su copa y eviten molestias al vecindario.
Es una pena perder arboles añosos.